Kochan
y Osterman,(1994), Señalan que el principio esencial para ganancias
mutuas, dentro del lugar de trabajo es que la educación y habilidades
de empleados sean utilizadas totalmente en el trabajo. Una empresa de
ganancias mutuas requiere el trabajo y estructuras administrativas
adecuadas. Empresas que buscan ventaja competitiva a través de los
recursos humanos deben como requisito invertir, para asegurar que
sus empleados tienen las habilidades apropiadas y no sólo entrenando
para reunir requisitos del trabajo a corto plazo, sino también para
anticiparse requisitos del trabajo cambiantes con el tiempo. Se
exponen empresas que más probablemente adoptan innovaciones a la
competición internacional, se requiere de habilidades arriba del
promedio en sus trabajos, los valores humanos, las estrategias
competitivas que dan énfasis a calidad e innovación del producto más
que de los costos, se debe considerar los problemas de los recursos
humanos en decisiones directivas.
Algunos
casos de estudio de industrias con alta tecnología, establece la
hipótesis que moviendo a ganancias mutuas, el recurso humano y los
sistemas de la producción requieren inversiones adicionales en
entrenamiento. El estudio incluye datos que distinguen entre los
empleados de cuello azul y profesionales de cuello blanco. Para los
empleados profesionales de cuello blanco la tendencia está claramente
hacia el trabajo más complejo en el nivel de habilidad y la
dirección de cambio.
Es así que poco conocida por los consumidores, la industria química
juega un papel fundamental en la economía moderna. Aunque muchos de
sus productos no se perciben directamente, se utilizan en cambio en
la fabricación de muchos de los bienes que consumimos a diario,
considerando que este sector está altamente diversificado y
especializado, y que por lo tanto la aplicación de modelos
relacionados con la gestión del conocimiento encuentran un gran
arraigo en este tipo de industria.
Algunas
innovaciones crean ventajas competitivas cuando una compañía se da
cuenta de algo enteramente nuevo que necesitan los compradores, o que
sirve a un sector del mercado al que no han prestado atención los
competidores.
Asimismo, Gestión del Conocimiento proporcionan
una ventaja competitiva basándose a menudo en métodos o tecnologías
nuevos que convierten en obsoletos los activos existentes y las
instalaciones.
Lucas
Marín (2002), establece que el estudio de las organizaciones ha sido
parte significativa del esfuerzo de las ciencias sociales para
racionalizar la convivencia durante la última centuria y es previsible
que vaya adquiriendo cada día más importancia. La fabrica, la empresa y
la organización son las sucesivas formas habituales de organizar el
trabajo desde el inicio de la industrialización hasta nuestros días.
Y cada vez somos más conscientes de la importancia que tienen en
nuestra vida las organizaciones. La sociología, que fijó su atención
en las fábricas desde el principio, ha seguido preocupándose por el
estudio de las organizaciones.
La
complejidad de las demandas exige armonizar rutinas productivas,
financieras, comerciales, de transporte, recursos humanos,
innovaciones tecnológicas entre otras, que no se pueden improvisar. De
forma que existen paquetes de soluciones mas o menos flexibles que son
productos de este constructo social que es cada organización:
acumulación de hábitos, expectativas reciprocas, capital intelectual y
conocimientos teóricos mas o menos armonizados en una cultura de la
organización. Un proceso productivo moderno exige también la conexión
de diferentes organizaciones en una red relativamente estable y
armónica. Este intercambio en la red es fundamentalmente de
información.
La industria química es fundamental para el desarrollo de México; Esta industria hace un aporte muy importante al Producto Interno Bruto, genera alrededor de 65 mil empleos directos; y a través del gran efecto multiplicador que tiene con 40 ramas industriales, contribuye --de manera indirecta-- al empleo de más de 950 mil puestos.
Durante los años recientes, esta rama de la industria ha enfrentado dificultades para su crecimiento. La química mexicana --como toda industria, en esta era global-- afronta el desafío de la competencia para ganar mercados y por ello demanda constantes avances, innovaciones en eficiencia, tecnología, productividad, servicio a sus clientes.
Elevar los niveles de competitividad de esta rama se convierte en una tarea estratégica para impulsar el desarrollo de la economía nacional en su conjunto
El fortalecimiento de estas empresas, que son pilares del desarrollo nacional, tendrá un impacto positivo en la recuperación de la industria química, en el crecimiento económico y --sobre todo-- en la generación de empleos.
Esta industria, la industria, química establecida en México contribuye, como ya se señaló, con el 12 por ciento del Producto Interno Manufacturero, y con cerca de un millón de empleos formales en el país.
En ella se realiza, en promedio, una inversión anual, del orden de 900 millones de dólares al año, y las exportaciones en el 2003 fueron de cuatro mil 800 millones de dólares, 33 por ciento más que un año antes.
La competencia en este mercado es global, más intensa y mucho más exigente que quizá en otros sectores productivos; debido a que es una de las industrias que mayor integración ha alcanzado a nivel mundial.
Frente a la magnitud de los retos que enfrenta la industria química, los esfuerzos por una mayor productividad tienen una importancia estratégica.
La industria química es fundamental para el desarrollo de México; Esta industria hace un aporte muy importante al Producto Interno Bruto, genera alrededor de 65 mil empleos directos; y a través del gran efecto multiplicador que tiene con 40 ramas industriales, contribuye --de manera indirecta-- al empleo de más de 950 mil puestos.
Durante los años recientes, esta rama de la industria ha enfrentado dificultades para su crecimiento. La química mexicana --como toda industria, en esta era global-- afronta el desafío de la competencia para ganar mercados y por ello demanda constantes avances, innovaciones en eficiencia, tecnología, productividad, servicio a sus clientes.
Elevar los niveles de competitividad de esta rama se convierte en una tarea estratégica para impulsar el desarrollo de la economía nacional en su conjunto
El fortalecimiento de estas empresas, que son pilares del desarrollo nacional, tendrá un impacto positivo en la recuperación de la industria química, en el crecimiento económico y --sobre todo-- en la generación de empleos.
Esta industria, la industria, química establecida en México contribuye, como ya se señaló, con el 12 por ciento del Producto Interno Manufacturero, y con cerca de un millón de empleos formales en el país.
En ella se realiza, en promedio, una inversión anual, del orden de 900 millones de dólares al año, y las exportaciones en el 2003 fueron de cuatro mil 800 millones de dólares, 33 por ciento más que un año antes.
La competencia en este mercado es global, más intensa y mucho más exigente que quizá en otros sectores productivos; debido a que es una de las industrias que mayor integración ha alcanzado a nivel mundial.
Frente a la magnitud de los retos que enfrenta la industria química, los esfuerzos por una mayor productividad tienen una importancia estratégica.
Referencia: